miércoles, 29 de enero de 2014

LA CRIMINALIZACIÓN, PERSECUCIÓN Y REPRESIÓN SIGUEN ACALLANDO LA VOZ DE LA JUVENTUD

LA CRIMINALIZACIÓN, PERSECUCIÓN Y REPRESIÓN SIGUEN ACALLANDO LA VOZ DE LA JUVENTUD

Durante los últimos meses el movimiento social Colombiano y el pueblo en general ha sido testigo de la escalada de violencia por parte del Estado, tendiente a criminalizar y acallar la protesta social, relación que día a día viene en aumento producto del deterioro de las condiciones de vida del pueblo Colombiano. Así lo demostró la crisis de la economía campesina que género una gran jornada de movilización y el desarrollo de un paro agrario nacional, un evidente realce de la lucha social que fue duramente reprimido a través de políticas y de organismos del Estado.

En lo que va transcurrido del año se ha demostrado que la represión y la criminalización a la protesta social continua; líderes de diferentes  procesos organizativos como Congreso de los pueblos y Marcha Patriótica han sido asesinados por atreverse a denunciar las injustas condiciones de vida a la que son sometidos la gran mayoría del pueblo colombiano,  a través de la implementación de políticas neoliberales que amenazan las economías propias, la permanencia en el territorio y la vida misma de dirigentes y líderes sociales. Lo anterior,  sigue demostrando la falta de garantías de participación política y la falta de libertades democráticas.

Así el asesinato de jóvenes en la ciudad de Bogotá,  como es el caso de Carlos Luis Escarraga del colectivo cultural Res Gestae asesinado en la localidad de Ciudad Bolívar,   no es un hecho aislado, por el contrario corresponde a una estrategia de intimidación sistemática, que ha acallado las voces de líderes comunitarios que se niegan a aceptar las condiciones a las que son sometidos. La estigmatización, la falta de oportunidades de trabajo, de condiciones para la vida digna como la educación y la salud, hacen que la juventud sea un sector social en crisis, al que de parte del Estado solo se le ofrece el estigma por su condición.

Por esta razón, desde la plataforma juvenil Creciente popular repudiamos estas acciones, y nos declaramos en defensa de la vida y las libertades democráticas, razón por la que seguiremos luchando hasta alcanzar condiciones que garanticen la vida digna de la juventud, y de la sociedad en general. Extendemos nuestra solidaridad a familiares y compañeros de Carlos Escarraga y  llamamos a  organizaciones sociales y en defensa de los Derechos humanos, a seguir acompañando y denunciado este tipo de hechos que merecen el repudio del pueblo colombiano, pero que nos compromete a seguir construyendo caminos de unidad y lucha.  

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