martes, 10 de diciembre de 2013

DESTITUCION DEL ALCALDE DE BOGOTA GUSTAVO PETRO: una juagada maestro de la derecha colombiana.


El pasado 09 de diciembre del 2013 el Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez destituyo al  Alcalde  mayor de Bogotá Gustavo Petró  inhabilitando de cualquier  función  por 15 años argumentando, irregularidades en la entrega  del manejo de  las basuras a personas que no estaban capacitadas para hacerlo, lo que  atento  en ese sentido contra la libertad de empresa  además poniendo en riesgo la seguridad ambiental de los bogotanos.
Lo complicado de esta acción del ministerio público, es que el   procurador general  Ordoñez, destituye al alcalde mayor que había llegado a la alcaldía de Bogotá luego que setecientos mil bogotanos lo eligieran mediante el voto popular el pasado 30 de octubre del 2011, lo que se convierte en una clara violación a los valores democráticos.  Desde que llego al cargo como alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro,  empezó a favorecer  a las clases populares  en temas como los servicios públicos de la ciudad, en el incremento de programas de subsidios en los servicios de transmilenio, de igual manera, empezó a implementar la defensa de los derechos humanos y derechos de los animales, políticas todas desarrolladas en el marco del programa Bogotá humana.
Esta polémica decisión administrativa tiene antecedentes concretos: Petro desde mucho antes de haber sido elegido como alcalde,  había empezado a destapar casos de corrupción como fue el llamado carrusel de las contrataciones, en licitaciones como la del transmilenio por la calle 26. desde ahí se había echado ya  encima, los grandes intereses y mafias beneficiadas por los contratos en Bogotá. Que luego de la implementación de políticas como el nuevo modelo de basura y el SITP- sistema integrado de transporte, veían lesionados sus intereses.

En fin, el manejo de las basuras, la libertad de empresa y  la seguridad ambiental de los bogotanos son los argumento que tomo el procurador general Ordoñez para destituir a Petro y darle muerte política al  inhabilitarlo para ocupar cargos públicos durante 15 años, dejando en evidencia como unos pocos intereses apoyados en instituciones como  la procuraduría con extra limitantes en sus funciones,  manejan la supuesta democracia colombiana a su antojo, decidiendo a quien se juzga y a quien y desarrollando esta auténtica cacería de brujas. Sin duda algo que debe ser repudiado por los sectores populares que tienen  que movilizarse en exigencias de garantías democráticas y políticas. 

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